sábado, 23 de abril de 2016

"EL SECRETO DE VALERIA" POR 4º DE E.P.O.





EL SECRETO DE VALERIA 


Érase una vez una niña que salió de su casa porque su madre la mandó a comprar. La niña se llamaba Valeria y aquel día cumplía seis años. Vivía con sus padres y su hermano Pablo en Chipiona. Valeria era una niña pequeña, graciosa y cariñosa. Ese día era un sábado soleado de noviembre. Valeria se había levantado a las ocho porque estaba muy nerviosa por su fiesta de cumpleaños. 
Valeria terminó de comprar y por el camino se encontró a un hombre pobre. Le regaló un poco de su compra, además de una manta, porque le dio mucha pena. Le invitó a su casa y, de camino, se dio cuenta de que le había dado toda la compra al pobre. La niña se preocupó mucho y le mintió a su madre diciéndole que no había comprado nada. 
Valeria estaba sentada en su cama reflexionando sobre lo que había dicho a su madre. Estaba un poco enfadada consigo misma. 


Su cuarto es muy colorido, ordenado y con muchos juguetes. Tiene un ropero muy chiquitito con una tele muy grande encima y un cajón con sus maquinitas porque le encanta jugar con ellas. Es espacioso, colorido, luminoso y con decoración infantil. Cerca de la ventana hay una cama grande. Junto a la cama tiene una lámpara que se parece a una magdalena de colores. A su derecha está el póster de un perro multicolor con el fondo verde. 

Estaba casi dormida cuando escuchó el timbre de su casa. Bajó a toda mecha y era su vecina Paula. 
-Hola, Valeria. ¿Cómo estás?- preguntó Paula. 
-Estoy bien. ¿A qué viene eso ahora?- respondió Valeria sorprendida por la pregunta. 
-¿Quién es ese hombre que se asoma por la ventana de tu cuarto?- volvió a preguntar Paula con entusiasmo. 
-Es un hombre pobre que he invitado a casa, pero no se lo digas a mi madre. Será nuestro secreto - susurró Valeria. 
La madre de Valeria entró en el cuarto y por poco no sorprendió a las dos niñas sellando su secreto. 
-¿Qué es esa mata de pelos que se asoma por el rincón de tu cuarto?- preguntó la madre enfurecida. 
-Es el perro en el que me he gastado todo el dinero de la compra - contestó Valeria con descaro. 
Valeria había vuelto a engañar a su madre en vez de explicarle lo que realmente había sucedido con el dinero de la compra. 
Paula le dijo a Valeria que quería bajar a jugar al jardín y bajaron las dos corriendo por la escalera. En el rellano se encontraron con Mario, Alex y Natalia. 
-¿A qué estáis jugando?- preguntó Natalia. 
-A nada. Acabamos de bajar - respondió Valeria como sonámbula. 




El pobre quiso ir al sótano y se cayó cuando bajaba por la escalera de madera. La madre se asustó con el ruido. 
-¿Qué ha sido eso? 
-Nada - contestó Valeria saliendo al jardín con sus amigos. 
La madre bajó  y se asomó al sótano. Allí estaba el pobre tendido. No se había hecho daño. 
¿Quién es usted y qué hace en mi casa? 
El mendigo le contó entonces todo lo sucedido. 
-Su hija salió del supermercado, me dio la compra y una manta. Creo que no sabía cómo pedirte perdón- dijo el pobre. 
-Vale. Gracias. 
Luego miró a su hija  con ternura. 
-Te perdono, Valeria. 
-Gracias, mamá - gritó Valeria abrazando a su madre. 
Valeria suspiró y notó que se había quitado un gran peso de encima. 
-Mamá, ¿podemos subir a preparar la fiesta? Quiero invitar a todos mis compañeros de clase. 
Subieron a su cuarto y Valeria abrió su ordenador. Entró en su correo electrónico y comenzó a escribir las direcciones de sus compañer@s 
(Añadir lista) 
Luego puso en el asunto: "Cumpleaños de Valeria" y añadió en el texto del mensaje: "Estás invitad@ a mi fiesta de cumpleaños. No faltes, por favor. Valeria". 
Salió al jardín muy satisfecha y allí estaban sus amig@s y sus compañer@s de clase. 
-¡Sorpresa! 
Y empezaron a jugar.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Copia aquí el vínculo a tu entrada.